La expresividad y la imaginación es la clave de este ejercicio, logrado a partir del azar: de una mancha con café.Aunque es inevitable intentar controlar la mancha de alguna manera, ya sea moviendo el papel, utilizando cepillos, pajitas etc.El único control que yo he ejercido sobre el papel ha sido el movimiento de éste.
Cuando tenemos la mancha sobre el papel, (que por cierto, ha de ser un un basik grueso o un caballo, a tamaño 50por70) seco, añadimos grafito, descubriendo figuras a partir de lo que la mancha nos sugiera.
Creo que es un ejercicio que contrasta bastante con lo que hemos hecho hasta ahora. Me ha entusiasmado muchísimo.Yo a la hora de mirar lo que la mancha sugería, no me he anclado en una posición del papel, sino que he girado en torno a él. Por lo tanto la mancha no tiene un sólo punto de vista; es algo que me parece interesante también.
Añado algún detalles, porque la verdad, las fotos no son muy buenas. No tengo nada mejor con qué hacerlas que la cam.
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